Chávez confirma la hipótesis de un conflicto bélico externo

*** Chávez confirma la hipótesis de un conflicto bélico externo
*** Decisión de Washington sobre Honduras pone fin a la tensa luna de miel Chávez - Obama
*** Brasil intenta mediar entre Venezuela y Colombia pero Chávez rechaza opción ofrecida por Brasilia
*** Impacto mediático internacional del tema bélico pareció sorprender a Caracas..

El tema de la guerra fue introducido por el presidente Chávez en la agenda política regional. Tal como se comentara en el Informe de la semana previa, Venezuela ha reiterado abiertamente que se mueve ante la hipótesis de un conflicto bélico externo.

A juicio del presidente venezolano, los EEUU planean un ataque contra su revolución, el cual se realizaría con el apoyo de Colombia. Esta hipótesis de conflicto fue esta semana expresada por Chávez en diversas intervenciones públicas. Hasta un ataque aéreo masivo por parte de EEUU contra Venezuela fue retratado por Chávez, quien advirtió sobre bombardeos contra Caracas y contra instalaciones estratégicas venezolanas tales como refinerías, hidroeléctricas y puestos de comando militar.

Sostiene Chávez que desde las bases militares colombianas, EEUU realizaría espionaje sobre Venezuela para determinar los blancos de sus ataques.

El presidente boliviano Evo Morales también asegura que el acuerdo Colombia-EEUU es una respuesta a sus acciones. “Cuando ya no pueden en Bolivia, convierten a Colombia en una base militar de Estados Unidos”, aseguró esta semana el mandatario boliviano quien anunció que destinará un crédito ruso de US$ 100 millones para “fortalecer al Ejército”.

La posibilidad de un conflicto bélico con Colombia ha sido expuesta por Chávez en repetidas ocasiones en los últimos años. Pero su llamado del 08 de noviembre, durante su programa televisivo dominical, para que los militares y civiles revolucionarios se preparasen para una guerra se constituyó en la primera vez que la opción bélica se convierte en una posibilidad real, a la vista de medios de comunicación y analistas internacionales. Este impacto mediático pareció sorprender al propio gobierno venezolano que está enviando dos mensajes simultáneos. Chávez, por una parte, procura mostrarse como pacifista y víctima de una inminente agresión de EEUU. En tanto, el ministro Diosdado Cabello, encargado, entre otros áreas, del control de las telecomunicaciones, ha esgrimido la tesis de la disuasión: según Cabello las palabras de Chávez sobre prepararse para la guerra “es una frase disuasiva”, alegando que “una de las formas de evitar una guerra es que el enemigo sepa que su contrario está preparado”.

La serie de recientes hechos de violencia en la zona fronteriza, incluyendo secuestros y asesinatos colectivos, además de las diarias tensiones entre autoridades militares venezolanas y maleteros colombianos, habrían creado el clima propicio para que la hipotética confrontación bélica entre Venezuela y Colombia adquiriera peso en los medios internacionales.

La tesis de que el tema bélico está siendo usado por Chávez como cohesionador político interno, aún priva en buena parte de los gobiernos de la región. Incluso dentro del alto gobierno colombiano se percibiría como improbable que se desate un conflicto armado con Venezuela. Dentro de la oposición venezolana se mantiene la tesis de que el tema Colombia es utilizado como una “cortina de humo” ante problemas domésticos graves que están afectando la imagen presidencial.

El gobierno colombiano, en todo caso, decidió reaccionar por la vía de internacionalizar el tema. A los efectos de Colombia, las palabras de Chávez son una “amenaza” y como tal ha sido presentada en documentos informativos enviados tanto al Consejo de Seguridad de la ONU como a la OEA. El objetivo de estas comunicaciones no sería un pronunciamiento expreso o una acción práctica de los organismos, sino lo que usualmente en el mundo diplomático se denomina “armar el expediente” en previsión al futuro.

Desde la cancillería brasileña se había dejado saber el interés de promover un pacto de no agresión que involucrara a todos los países suramericanos. Se entendía, una semana atrás, que la diplomacia brasileña comenzaba a sondear a las distintas cancillerías de la región buscando un consenso. Pero el asesor (y operador) de política exterior de Lula da Silva, Marco Aurelio García, lanzó una propuesta paralela a la de Itamaraty, dirigida específicamente a Venezuela y Colombia. García en declaraciones a El País de Madrid sugirió que Venezuela y Colombia acordaran “un sistema de vigilancia conjunta de su frontera” y la firma de un “pacto de no agresión”. A la vez, García ofrecía aviones de vigilancia brasileños para el monitoreo de la frontera.

La propuesta de García, que debe entenderse como oficial del gobierno brasileño, fue públicamente rechazada por Hugo Chávez. La negativa a la oferta brasileña se produjo en el mitin realizado el viernes pasado por el chavismo en Caracas para manifestarse contra el acuerdo Colombia-EEUU sobre bases militares. Durante su discurso, Chávez confirmó la movilización de tanques de guerra hacia la frontera con Colombia la cual había sido reseñada por la prensa de Maracaibo a media semana.

Chávez alega que el problema no es la frontera sino las bases militares colombianas a disposición de EEUU. Se trata de un conflicto de tipo estratégico, tal como lo ha expuesto Chávez.

El presidente Barack H. Obama ya entró en la lista de blanco de los discursos de Hugo Chávez. Hasta ahora el gobierno venezolano había establecido una suerte de diferenciación entre Obama y el aparato diplomático y militar de EEUU. El caso hondureño habría hecho que tal separación despareciera esta semana.

Pareciera que se ha llegado al punto final de la tensa luna de miel de Chávez con el presidente de EEUU. El motivo ha sido la decisión de Washington en cuanto reconocer y apoyar los resultados de las elecciones del 29 de noviembre en Honduras, aún sin que se produzca el reestablecimiento de Zelaya en la Presidencia. Este cambio de posición del gobierno Obama dejó sin piso la estrategia definida por el Eje La Habana-Caracas de amenazar con el ostracismo internacional a los potenciales nuevos gobernantes de Honduras. Dicha estrategia perseguía debilitar la posición del gobierno provisional de Roberto Micheletti creando roces entre los grandes partidos hondureños.

Brasil intenta actuar como el catalizador de la actual crisis entre Venezuela y Colombia. El presidente Lula da Silva está intentando conciliar una reunión entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe como vía para bajar presión bilateral. La idea original era reunir a los mandatarios a propósito de la prevista reunión presidencial de los países del Pacto Amazónico. Esa reunión deberá materializarse el próximo 26 de noviembre en la ciudad amazónica de Manaus. Hasta ahora no se conocen las posiciones de Caracas y Bogotá sobre ese posible encuentro.

Aparte de Venezuela y Colombia, el otro foco de tensión regional lo escenifican Perú y Chile. De hecho, Perú ha estado moviéndose en la promoción de un tratado subregional de no agresión bélica en la misma línea que Brasil. El descubrimiento de un caso de espionaje chileno sobre las fuerzas militares peruanas es el más reciente capítulo de los roces entre Lima y Santiago.